domingo, 31 de julio de 2011

LA SOLUCION PARA ESTE PRBLEMA


  • En el hogar.
Las operaciones ruidosas efectuadas en el interior del hogar, como hacer un agujero en la pared, reparaciones, instalaciones, etc., no deberían producir un ruido excesivo y en cualquier caso, debieran efectuarse a unas horas en que causen una molestia mínima a los vecinos. También deberíamos procurar que los equipos de música, radios y televisores de nuestra casa funcionen con un volumen moderado. Tampoco deberíamos poner en funcionamiento electrodomésticos ruidos, como lavadoras y lavavajillas, durante las horas de descanso. Usar un ventilador en vez de aire acondicionado, usar el microondas para calentar, no cocinar, usar envases reciclables, reciclar todo tipo de material, etc.
  • Al conducir.
Deberíamos procurar que nuestro vehículo no provoque ruidos que excedan lo permitido, no utilizar la bocina en las ciudades, salvo circunstancia grave, acelerar gradualmente, obedecer el límite de velocidad, mantener el automóvil con las revisiones al día, mantener las ruedas infladas apropiadamente, usar el transporte público o utilizar una bicicleta, ir andando a los sitios, etc.
  • En el trabajo.
Si trabajamos en un ambiente de ruido intenso, debemos solicitar a los responsables que tomen medidas. Hay muchas soluciones efectivas: sustituir las maquinas por otras menos ruidosas, amortiguación de las vibraciones mediante paneles y soportes antivibratorios, aislar acústicamente los aparatos ruidosos, ubicar los aparatos ruidos en los lugares que creen un menor perjuicio, etc. O al menos preservar al trabajador de su efecto pernicioso: limitar el tiempo de permanencia en las zonas ruidosas, ponerse cascos, auriculares, tapones, etc. Al fin de cuentas se trata de trabajar en el ambienta más agradable posible, lo que redundará en un beneficio tanto para el trabajador como para el empresario.
  • Al adquirir una casa.
Es aconsejable optar por emplazamientos poco ruidosos, lo más lejos posible de vías de tráfico intenso, de locales públicos ruidosos, de lugares con obras frecuentes, de centros industriales, etc. Si es posible adquirir una vivienda con un adecuado sistema de insonorización en los tabiques, ventanales y cristales, que garantice una adecuada absorción de los ruidos de la calle.
Así mismo es importante denunciar ante las autoridades públicas cualquier fuente injustificada de ruido, amparándose en las leyes que protegen al ciudadano de este tipo de contaminación. Hay que señalar la existencia de reglamentos (tanto estatales como regionales y locales) que regulan o incluso prohíben determinados ruidos, pero que no siempre son aplicados por las autoridades, a no ser que medie una denuncia de algún ciudadano. Es importante que ejerzamos nuestro derecho al silencio

PROLEMAS Y CONSECUENCIAS


Los humanos estamos hoy expuestos a una gran variedad de sonidos intensos y próximos. Algunos de ellos se producen con tal persistencia que constituyen una perturbación permanente en nuestros oídos, como es el ruido junto a una calle o carretera muy transitada. Otros son especialmente intensos y puntuales, como el ambiente estridente de muchas discotecas. Al pasar una noche en una discoteca de estrépito, se acaba la velada medio sordo y notando unos pitidos en los oídos que se mantienen durante un buen rato, eso es una manifestación del daño que han sufrido en ese ambiente de culto al decibelio.
Uno de los problemas de la contaminación acústica es que no siempre es fácil evaluar los peligros asociados con niveles de ruido no excesivamente intensos, pues en estos casos las lesiones se producen después de una exposición prolongada. Además, el ruido no afecta a todas las personas por igual, pues no depende de las características físicas del mismo, sino también del estado físico y psíquico de cada persona en el momento de la audición.
Es similar al asociado al miedo y la tensión, con un aumento de pulsaciones, modificación del ritmo respiratorio, tensión muscular, presión arterial, resistencia de la piel, agudeza de visión y vasoconstricción periférica. Estos efectos no son permanentes, desparecen al cesar el ruido, aunque pueden presentar estados de nerviosismo asociados y no hay constancia de que puedan afectar a la salud mental. La pérdida de audición inducida por el ruido es irreversible por la incapacidad de regeneración de las células ciliares de la audición. La sordera podría aparecer en casos de soportar niveles superiores a 90 db y de forma continuada. Además, el ruido puede causar efectos sobre el sistema cardiovascular, con alteraciones del ritmo cardíaco, riesgo coronario, hipertensión arterial y excitabilidad vascular por efectos de carácter neurovegetativo. Sobre las glándulas endocrinas, con alteraciones hipofisiarias y aumento de la secreción de adrenalina. En el aparato digestivo puede generar un incremento de la enfermedad
gastroduodenal por dificultar el descanso. En general puede ser negativo para otras afecciones, por incremento inductor de estrés, aumento de alteraciones mentales, tendencia a actitudes agresivas, dificultades de observación, concentración, rendimiento y facilita los accidentes.
Los expertos indican que la mejor solución contra este modo de contaminación sería incorporar un estudio de niveles acústicos a la planificación urbanística, con el fin de crear "islas sonoras" o insonorizar los edificios próximos a los "puntos negros" de ruido, pero ello conlleva un coste elevadísimo. Es más eficaz adoptar medidas preventivas, ya que, económica y socialmente, son más rentables. Hay que potenciar campañas de educación medio ambiental, para que todos contribuyan y exijan la disminución de los niveles de ruido.
En cuanto a los niveles racionales, las cifras medias de las legislaciones europeas, marcan como límite aceptable 65 db durante el día y 55 db durante la noche, ya que la capacidad auditiva se deteriora en la banda comprendida entre 75 db y 125 db y pasa a un nivel doloroso, cuando se superan los 125 db, El umbral de dolor llega a los 140 db.

AGENTES DE LA CONTAMINACION

El tráfico rodado (80%), es la principal fuente de ruido en los ambientes urbanos. El bramido de los motores, el rugido de los gases vomitados por los tubos de escape, el traqueteo de las vibraciones de las carrocerías, el ruido de los neumáticos al contactar con el asfalto, el zumbido de los ventiladores, los rasgones en las cajas de cambio, las frenadas “in extremis”, etc., constituyen un fondo de ruidos sordos en el que nos hemos acostumbrado a vivir.
  • - El rugido de los aviones es otra fuente de ruido intenso en muchas ciudades. Los aeropuertos han de estar relativamente próximos a las ciudades, por lo que muchas veces las rutas de aproximación de aeronaves quedan por encima de las casas.
- El ferrocarril, (6%), tanto si es de superficie como si es subterráneo, el ruido de las locomotoras, sus silbidos estridentes, el rugido metálico producido por el giro de las ruedas sobre las vías de hierro, etc., suponen una pesadilla constante para las familias que viven cerca de líneas ferroviarias. Este problema puede agravarse con los trenes de alta velocidad.
- La industria, (10%), se suma a los ruidos cotidianos, bien por vivir en un lugar próximo a una concentración industrial o bien por la proximidad a los talleres que están integrados en las ciudades.
- Las obras públicas también generan ruido, parece imposible no tener cerca de casa una acera levantada, una calle que está siendo reasfaltada, un edificio que está levantando o restaurando. Las excavadoras, los vehículos pesados, los compresores, los equipos de soldadura, etc., suelen pulular de forma ruidosa alrededor de las obras.
- No debemos olvidar las estridencias generadas por las actividades lúdicas y de recreo, (4%). En ellas encontramos muchos de los ruidos más molestos, por ser generalmente producidos en horas de descanso. Vivir cerca de un pub, una discoteca, un bar, etc., es un tormento para muchos. Y no sólo por el ruido del local, sino por el trasiego de personas, el ruido de los vehículos y motocicletas, especialmente las de escasa potencia y mucho ruido. Aquí podemos incluir el famoso “botellón”, que los jóvenes se dedican a beber en la calle y ponen su música y el ruido que producen es molesto para los vecinos que quieren dormir. Otras actividades lúdicas que generan ruido son los estadios de fútbol, los parques infantiles, las celebraciones de fiestas y ferias, las actuaciones musicales en la calle, los fuegos artificiales, etc. Actividades todas ellas permitidas, pero que deberían ajustarse a horarios razonables.
- Por último añadir que los ruidos ocasionados por los servicios públicos necesarios, como las sirenas de la policía, ambulancias y bomberos; los vehículos de limpieza, los de retirada de basura, etc.
Después de toda esta relación, no ha de extrañarnos que nuestra vida transcurra envuelta en ruidos, sobre todo si vivimos o trabajamos en una gran ciudad

LA CONTAMINACION AUDITIVA ES UN FUTURO DE LOS SORDOS


Vivir en una gran ciudad tiene muchas ventajas pero también puede traer serias afecciones a la salud.
El ruido es uno de los elementos más dañinos que tienen las urbes, al grado de que el 80 por ciento de las personas que las habitan padecen cierto nivel de sordera, y eso no es lo peor, aunque parezca difícil de creer, el estruendo también provoca enfermedades gastrointestinales, sin contar la ansiedad, irritabilidad e insomnio. ¿Será posible crear una reglamentación para eliminar este mal de las zonas altamente urbanizadas?
Por los altos niveles de ruido, cuatro de cada cinco habitantes de ciudades industrializadas padecen algún tipo de deficiencia auditiva; sin embargo, pocos son los que se percatan de su problema.
 Invisible e irreversible es el camino que conduce a la sordera, y lo más grave es que las personas se acostumbran al ruido nocivo y lo ven como parte de su entorno.
El tránsito, la música en las discotecas, conciertos o fiestas; el sonido de las fábricas e, incluso, los gritos, son grandes enemigos de la salud auditiva y mental.
De acuerdo con investigaciones del Instituto Nacional de Comunicación Humana, un 80 por ciento de los habitantes de las grandes ciudades sufren cierto nivel de sordera.
Contrario a la creencia de que la sordera llega con la edad y que son los ancianos los más propensos a ella, actualmente son los jóvenes los más afectados.
Recientemente, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos realizó un estudio con jóvenes entre los 15 y 25 años que vivieran en diferentes ciudades, y encontró con asombro que ninguno de ellos poseía íntegra su capacidad auditiva.
Ante estos hechos, concluyeron que la creciente población de sordos ya no sólo es consecuencia del proceso degenerativo natural del envejecimiento o como secuela de enfermedades respiratorias mal cuidadas, sino por ciertos sonidos que ya son parte de la vida del hombre.


CUALES SON LOS LIMITES ADECUADOS PARA LAEL SER HUMANO A NIVEL AUDITIVO

LIMITES DE TOLERANCIA AL RUIDO
Someter a los seres humanos al ruido de una ciudad puede resultar perjudicial a la salud.
El límite
Niveles tolerables de ruido, según la norma 081:
-68 decibeles durante el día.
-65 decibeles durante la noche.
Lo adecuado
Niveles sanos, adecuados para el bienestar de las personas:
-40 decibeles tanto en sitios de trabajo como en el hogar.




LA CONTAMINACION AUDITIVA EN BOGOTA ES UN FCTOR QUE A ALCANZADO GRANDES NIVELES

 la Secretaría de Medio Ambiente tiene una amplia preocupación sobre los niveles de ruido que afectan a Bogotá y que amenazan con consumir a la ciudad en un grave problema de contaminación auditiva.
Según los últimos registros de la Secretaría de Ambiente las localidades de Chapinero, Kennedy, Antonio Nariño y Bosa, en ese orden, son las zonas de la ciudad con mayores grados de contaminación auditiva.
 En estas zonas bares, sitios de rumba y establecimientos comerciales, sobrepasan ampliamente el nivel máximo permitido de decibeles, ósea, que superan los 65 decibeles.
"Si no tomamos las medidas del caso, sino empezamos a generar conciencia ciudadana, en el corto tiempo se nos convertiría en uno de los problemas ambientales más complicados para la ciudad”, aseguró Orlando Velandia, Director de Control Ambiental del distrito.
Velandia señaló que falta mayor compromiso de las autoridades locales para hacerle frente a estos focos de contaminación auditiva.

QUE SE DEBE HACER 
“Falta un poco más de acción de las autoridades locales, en esto la comunidad ve constantemente que la Secretaría de Ambiente ejerce los controles pertinentes, pero los actos administrativos que lo debe proferir el alcalde local con la autoridad policiva, no se hace con la prontitud que se debería", dijo el funcionario.
QUIEN HA ESTADO AL PENDIENTE
El Director de Control Ambiental revelo que los altos niveles de ruido en estas zonas ya están generando constantes problemas de salud a los capitalinos.

“Este no es un tema de urbanismo, ni de cultura, es un problema de salud pública. Los altos índices de estrés que hoy están reportando los centros hospitalarios, las crisis fuertes de cefaleas en las personas que van por la calle, esas son consecuencias de los altos niveles de ruido que se están manejando", señaló Velandia.
Actualmente los lugares que reportan altos niveles de ruido son sancionados con el sellamiento provisional del establecimiento.
Sin embargo se están adelantando estudios para fortalecer la normatividad y establecer ejemplarizantes sanciones económicas.
Según reportes de la Secretaría de Ambiente, se han realizado 1.038 visitas a establecimientos comerciales en lo que va corrido de 2008, estos controles han permitido localizar sectores críticos, donde cerca de un 25 por ciento de los establecimientos reportados por sobrepasar los niveles de ruido, ya han sido sancionados.

CONTAMINACION AUDITIVA

El ruido es un sonido desagradable que se ha ido acrecentando con el desarrollo de la humanidad de la industria en general y de la urbanización; este es uno de los contaminantes del medio ambiente que presenta mayor problema para la salud del hombre y de los animales; ya que las calles se ven afectadas por los ruidos de los escapes de los automóviles y los camiones, de las bocinas y del bullicio de las grandes aglomeraciones de gente. El ruido muy intenso provoca tanto enfermedades fisiológicas como psicológicas en el individuo, principalmente en los obreros de las industrias; para medir el ruido se emplea la medida logarítmica llamada "Decibelio" (dB),el cual se mide por medio de una escala que va desde 0 a 140 ó 160 decibelios ; en los lugares  donde no hay mucho ruido tienen una intensidad de entre 30 y 40 decibelios, en una calle el ruido mide aproximadamente entre 70 y 90 decibelios; pero cuando esta se encuentra con mucho tráfico puede llegar a medir hasta 130 decibelios, y esto es comparable al ruido que emite un martillo neumático que causa dolor al oído del hombre  cuando lo escucha; una motocicleta provoca un ruido de 120 decibelios y el despegue de un avión hasta 150 decibelios.
Los efectos psicológicos que produce el ruido ocasionan en el hombre dolores de cabeza,pérdida del sueño y del apetito, así como insatifacciones y molestias; en los trabajos en que los hombres están expuestos a un ruido intenso les puede provocar un rendimiento más bajo de lo normal; en los experimentos realizados se comprobó que el 50% de los errores mecanográficos son causados por un ambiente de trabajo con mucho ruido; así como la mayor parte de los accidentes de trabajo. Además el ruido causa alteraciones síquicas, estrés, y problemas nerviosos que afectan cada día más a los empleados de las grandes y pequeñas industrias de las zonas urbanas .
 Los efectos fisiológicos y patológicos que causa el ruido son sorderas profesionales, fatiga auditiva, traumatismos acústicos y el encubrimiento.
Las sorderas profesionales son las sorderas causadas por trabajar en un ambiente de mucho ruido. Los traumatismos son lesiones del sistema auditivo, causando la pérdida irreversible pero no evolutiva de la audición. El encubrimiento es la disminución de la percepción auditiva que ocasiona que no se puedan escuchar los ruidos bajos, este tipo de problemas se ocasiona principalmente con los ruidos de la vida cotidiana en las zonas urbanas y de las industrias. La fatiga auditiva provoca un aumento temporal de la audición y es causado por ruidos que miden de 90 decibelios en adelante. La disminución auditiva es cada día un problema más frecuente que ataca principalmente a los hombres mayores de 30 años ; la contaminación auditiva es una de las más peligrosas para la vida del hombre, pues le provoca una gran agresividad, así como varias enfermedades físicas como alteraciones digestivas de la presión arterial, del sistema respiratorio y del ritmo cardíaco.